LEONES EN EL DESIERTO
Home
Nosotras
viernes, 5 de febrero de 2010
Maravillas circenses
Érase una vez un hombre a un
algodón de azúcar
pegado.
Dificil era distinguir donde acababa el dulzor y dónde empezaba su garganta.
1 comentario:
Melani
5 de febrero de 2010, 16:42
jajaja!! vaya iglesia has liao! XD
Responder
Eliminar
Respuestas
Responder
Añadir comentario
Cargar más...
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
jajaja!! vaya iglesia has liao! XD
ResponderEliminar